EVALUACIÓN DEL LESIONADO

EVALUACIÓN DEL LESIONADO

Mediante un examen completo del accidentado se pretende explorar todos los signos físicos y cambios de comportamiento que éste pudiera presentar.

Qué hacer ante una situación de emergencia.

  • Revisar
  • Llamar
  • Atender

VALORACIÓN PRIMARIA

El proceso de valoración consiste en la recogida de datos sobre el paciente, y pueden ser de utilidad para facilitar la correcta actuación del auxiliador.
Consiste en identificar problemas que amenazan la vida del individuo, resumidos en el.
Cuando nos encontramos con un accidente, en un primer momento y por norma, deberemos realizar una evaluación del estado del accidentado; esto significa recabar toda la información que nos sea posible respecto al paciente y todo lo ocurrido para orientar nuestra actuación y facilitar la de los equipos médicos que posteriormente le van a atender.

EVALUACIÓN DEL ESTADO DE CONSCIENCIA

* No olvidar  que antes debe asegurar su escena.
  1. CIRCULACIÓN: Existencia de latido cardiaco y ausencia de grandes hemorragias.

EVALUACIÓN DEL ESTADO DE CONSCIENCIA

* No olvidar  que antes debe asegurar su escena.

  1. VÍA AÉREA: Permeabilidad de las vías aéreas, necesaria para que el aire llegue a los pulmones.
 

EVALUACIÓN DEL ESTADO DE CONSCIENCIA

  1. RESPIRACIÓN: Existencia de respiración espontánea.
 

Determinación del nivel de la conciencia.

Al acceder al paciente, nos colocamos sobre la cara del paciente y le preguntamos en voz alta: "¿Como se siente?, Solo abra los ojos y contésteme. ¡No se mueva!"
Procuremos evitar cualquier movilización brusca de la cabeza o columna cervical.

 Si está consiente seguimos con el interrogatorio.

Si está INCONSCIENTE.... trauma craneoencefálico y de columna hasta que se demuestre lo contrario.



Valoración de la circulación, pulso o sangrado

PULSO:
Se controla para determinar el funcionamiento del corazón. Sufre modificaciones cuando el volumen de sangre bombeada disminuye (por pérdida por hemorragias internas o externas; por ejemplo), es de menor intensidad (más difícil de palpar) y de mayor frecuencia por minuto.
  • Pulso Normal: 60 a 80 pulsaciones por minuto - Aumenta en niños hasta 100 por minuto. Tener en cuenta que el pulso se puede acelerar en situaciones de stress, luego de ejercicios físicos, etc.
Sitios para tomar el pulso: El sitio ideal es el pulso carotideo que es el lugar más cercano al corazón, también se puede palpar el pulso a nivel radial (muñeca), femoral (ingles), temporal (en la sien), otros lugares anatómicos menos conocidos son el pulso humeral, poplíteo, tibial posterior, etc.
  
      Cómo medir el pulso?
 
El carotideo es el que más se utiliza por ser el más fácilmente identificable. La arteria carotidea se encuentra en la región lateral del cuello, el lado de la tráquea.
  • Localice la nuez de Adán.
  • Deslice sus dedos hacia el lado de la tráquea.
  • Presione ligeramente hasta detectar el pulso.
  • Mida su frecuencia por minuto.
  • Palpe La arteria con sus dedos índice, medio y anular. Nunca utilice su dedo pulgar porque puede confundirse con su propio pulso.
PIEL:
El paciente que sufre un traumatismo y tiene una pérdida de sangre no visible (hemorragias internas, fracturas, etc.), tiene una marcada palidez de piel, con labios y conjuntivas hipo coloreados que indican la necesidad de un traslado urgente.
 
Temperatura:
Puede hallarse disminuida (piel fría) frente a grandes traumatismos, con pérdida de sangre importante.
 
Apertura de vía aérea
 
Respira: 
 
Se mueve el pecho o se siente el aire al salir por nariz o boca.
Pedir ayuda, mantener en posición de seguridad.
Elevación del mentón

No respira: 

  • No se mueve el pecho ni se siente aire saliendo por nariz o boca.
  • Administrar respiración boca a boca, boca barrera boca o rcp.
  • Extracción de cuerpos extraños de la boca y faringe
  • Atracción de la mandíbula hacia delante 

Buscar respiración

Se deben contar el numero de ciclos respiratorios por minuto (Inspiración –espiración =1), el número normal es de 16 a 18 por minuto, (en niños la frecuencia puede llegar a 30 por minuto). Se debe evaluar si el ritmo respiratorio es acelerado, lento, superficial, dificultoso o si no se produce (paro respiratorio).
Tener en cuenta que en caso de vómitos se debe colocar al paciente con la cabeza de costado.

VALORACIÓN SECUNDARIA

Durante este proceso se interrogará al enfermo, si está consciente, intentando obtener la mayor cantidad de datos posibles; por si dejara de estarlo.

Examen Corporal Completo
Se debe hacer en forma metódica y minuciosa de la cabeza a los pies, de frente y de espaldas (si la movilización se puede realizar fácilmente), deteniéndose especialmente en aquellos lugares en los que la ropa puede hallarse rasgada o ensangrentada.
 
Cabeza 
Empezamos por la cara, evaluar las pupilas, el color de las conjuntivas, sangrado por la nariz o pérdida de líquido claro, cristalino (similar al agua), puede ser líquido encéfalo raquídeo por fractura de la base del cráneo, al igual que por los oídos.
Tener en cuenta la presencia de dentadura postiza y la posibilidad de que pueda obstruir la vía aérea, en presencia de sangre en la boca (por traumatismos), o ampollas y quemaduras, pérdida de piezas dentales con sangrado activo de las encías (traumatismos faciales importantes), etc. Luego palpar cuidadosamente el cráneo buscando heridas, fracturas y a veces hasta pérdida de masa encefálica.
 
Cuello 
Evaluar pulso, constatar deformidades, hematomas, raspones, pensar siempre en que la columna puede estar lesionada.
 
Tórax
Evaluar deformidades, movimientos anormales, heridas con pérdida de aire (taparlas con gasas y tela adhesiva), sospechando en estos casos la posibilidad de hemorragias internas y la necesidad de trasladar en forma urgente.
Abdomen 
Similar al anterior, se puede llegar hasta la pérdida de viseras en los grandes traumatismos.
Una distensión importante (abdomen "hinchado como un globo") y signos generales de sangrado (palidez, pulso aumentando, respiración rápida), pueden ser signos de hemorragia interna profusa y por lo tanto trasladar urgente.
 
Brazos y Piernas
Evaluar deformidades (fracturas o luxaciones), heridas cortantes, erosiones, etc.
Evaluar la movilidad activa (si puede mover el brazo o pierna lesionada, si duele o no) y la movilidad pasiva (si presenta dolor o no puede mover el examinador la extremidad lesionada). Tener en cuenta que las deformaciones (por fracturas de los huesos o por grandes hematomas; acumulación de sangre por lesión de un vaso sanguíneo; o por ambos), acortamientos, pérdida del eje corporal implican generalmente fracturas que deben ser evaluadas y tratados por los médicos especialistas.
EN RESUMEN: El mejor socorrista es aquel, que cuando es preciso, no se deja llevar por el pánico y visualiza con serenidad y sangre fría la situación.
No suelen ser necesarias las actuaciones heroicas; se podrá proceder más o menos eficazmente, pero siempre hay que hacerlos con sensatez, con la mayor rapidez posible , pero pensando antes de actuar.